jueves, 27 de noviembre de 2014

Aprendiendo a estudiar


Uno de los factores más importantes para poder aprender a tocar un instrumento es comprender como se debe abordar el estudio diario. Es muy común entre los alumnos ver cómo se malgasta el tiempo de estudio con la inevitable consecuencia de un escaso progreso, falta de incentivo, e incluso hasta llegar al abandono.

Muchos optan por comenzar a estudiar un estudio u obra tocándola de mala manera al principio y tratando de ir mejorándola a medida que la vamos repitiendo. De esta manera llegaremos al final de nuestro tiempo de estudio diario y habremos aprendido muy poco, aparte de muchos errores.

Nunca deberíamos permitirnos tocar incorrectamente. Por el contrario, el secreto del progreso seguro radica en tocar repetidamente las notas correctas, con el ritmo correcto y la digitación correcta, prestando atención a la postura, etc.. Pero nunca repetir las notas erradas o el ritmo incorrecto.

Para ello debemos bajar la velocidad del pasaje/obra hasta la cual el cerebro pueda procesar los datos y actuar más velozmente que el cuerpo y los dedos. El cuerpo realiza innumerables acciones complejas de forma automática: andar en bicicleta, manejar un auto, atarse los cordones, etc...las cuales requieren de una infinidad de acciones musculares que son realizadas subconscientemente ya que han sido repetida infinidad de veces. La música puede ser aprendida de la misma manera. Lo difícil es poder tener la paciencia para repetir el fragmento musical deseado lentamente la cantidad de veces necesaria sin dejarse vencer. La recompensa llegará. Y antes de lo que uno cree.

Traten de dividir el tiempo de estudio en varias sesiones, de modo de asegurarse que el cuerpo y la mente tendrán el descanso necesario. Lo recomendable es dedicar 10 minutos de cada hora de estudio al descanso.

Organicen su tiempo inteligentemente, dedicándole a cada una de las tareas el tiempo y la dedicación necesarias, calentamiento (warm-ups), escalas, estudios, obras, etc...
Toda la música está construida en base a escalas y arpegios de varios tipos, de modo que sin duda deberemos adquirir y entrenarnos diligentemente en las escales. Primero lento e ir aumentando la velocidad gradualmente. Ellas son el camino seguro a una técnica eficiente, no se confundan, no hay "atajo" posible.

Utilicen el metrónomo como una forma de disciplinarse en el tempo correcto de forma pareja. Gradualmente se puede ir tratando de prescindir de él, pasando primero por dejar, por ejemplo, solo un "click" sobre el primer tempo del compás.

Traten de grabarse siempre que tengan la oportunidad. Es una buena forma de tener un verdadero "feedback" de como estamos sonando y hacer los ajustes necesarios.

Otra de las ventajas de estudiar lentamente es poder, al mismo tiempo que tocamos las notas y ritmos correctos, incluir los demás aspectos de la música como dinámicas, inflexiones, acentos, ligaduras, etc.. que serán muy difíciles de poder hacerlas si empezamos a estudiar a la velocidad real del pasaje o la pieza.

El estudio lento nos mantendrá alertas de la calidad sonora, la afinación, las sensaciones del cuerpo, posturas, y demás elementos que hacen a la música. Nos convertiremos en nuestros propios maestros pudiendo diagnosticar que es lo que debo cuidar o mejorar y cómo hacerlo.

¡A estudiar!

Martín Auza